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Angelología

ANGELOLOGÍA

Descripción General
Por Dr. Lawrence Windle

Billy Graham, en su libro, “Angels: God’s Secret Agents”, al tiempo que señala la presencia de ángeles en los tiempos bíblicos, manifiesta su presencia, aunque velada, en los tiempos modernos. Sin embargo, también observa que en la actualidad se le ha dado mayor énfasis a la demonología que a los ángeles de Dios (Billy Graham, Angels: God’s Secret Agents, New York: Doubleday & Company, 1975). De hecho, en Latinoamérica, producto de la proliferación de los así llamados “profetas”, se le ha dado un enfoque un tanto desmedido a lo oculto, mas no solamente en el ámbito religioso latinoamericano, sino también en el ámbito secular global, en el cual, impulsado por Hollywood y más recientemente en los Juegos Olímpicos de Francia 2024, se ha visto un claro giro al mundo espiritual orientado al ocultismo.  Por tal razón, el tornar la mirada hacia el estudio de los ángeles, es muy oportuno.

La palabra ángel, es una transliteración de la palabra griega angelos, la que a su vez viene de la palabra hebrea malak, cuyo significado es mensajero (C. Fred Dickason, Angels Elect and Evil, Chicago: Moody Press, 58). En otras palabras, en su forma más simple, los ángeles son mensajeros de Dios. Sin embargo, de acuerdo a la información que nos es provista en la Biblia, la Palabra de Dios, los ángeles no son solamente mensajeros, sino que también tienen diferentes funciones y están divididos en rangos.

Funciones

A través de la Biblia, tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento, los ángeles son nombrados ejecutando diferentes funciones, de entre las cuales podemos nombrar algunas de las siguientes: a) Adorar a Dios (Is. 6:2-3; Ap. 4:8); b) Ejecutar las órdenes de Dios –ya sea de bendición o de juicio (Sal. 103:20-21; Lc. 2:8-11; Ap. 8-9); c) Ser mensajeros de Dios (Dn. 10:12; Lc. 1:11-20, 26-38); d) Después de la caída del hombre, protegieron el camino al árbol de la vida (Gn. 3:24); e) Estuvieron presentes en la revelación de la Ley (Hch. 7:53 cp. Gá. 3:19; He. 2:2; Dt. 33:2); f) Son guerreros que combaten las fuerzas del mal en favor de Dios y Su pueblo (Lc. 2:13; Ef. 6:12; Ap. 12:7-9; 19:14); g) vigilan, quizá los asuntos de la tierra o del universo en favor de Dios y Su pueblo (Dn. 4:13, 17 cp. Ap. 4:8; Sal. 34:7); h) Anunciaron el nacimiento de Jesús (Mt. 1:20-21; Lc. 1:26-38; 2:8-15), le asistieron durante la tentación en el desierto (Mt. 4:11), durante Su angustia cerca de la hora de Su pasión (Lc. 22:43), y estuvieron presentes tanto en Su resurrección (Mt. 28:2-7) como en Su ascensión (Hch. 1:10-11); i) Alertaron a José a escapar junto con el niño Jesús y Su madre a Egipto y le indicaron regresar cuando fue el tiempo apropiado (Mt. 2:13, 19-20); j) Protegieron a los apóstoles de Jesús (Hch. 12:7-10; 27:23-24); k) Asisten y protegen a los creyentes en Cristo (2 R. 19:35; Dn. 6:22; Hch. 5:19; Hebreos 1:14); l) Segarán las almas de los “hijos del malo” en el tiempo del fin (Mt. 13:39, 41); m) Son agentes de destrucción de acuerdo a la sabiduría, amor, paciencia y justicia de Dios (Ex. 12:23; 34:6-7; 2 S. 24:16 cp. Is. 37:36); n) Tienen control sobre los elementos (Ap. 7:1-3); o) Retornarán junto con Jesús en Su segunda venida (2 Ts. 1:7-8); p) Anunciarán la segunda venida de Cristo con gran sonido de trompeta y juntarán a Sus escogidos “from the uttermost part of the earth to the uttermost part of heaven” (Mt. 24:31; Mr. 13:27); entre otras. Como podemos ver, el ministerio de los ángeles, es mucho más activo de lo que usualmente pensamos.

Origen

La Biblia no nos dice exactamente cuando los ángeles fueron creados, pero se nos indica que fueron creados antes de la creación del universo físico (Job 38:4–7).

Número

Después del nacimiento de Jesús, sin precisar un número, apareció “a multitude of the heavenly host” adorando a Dios (Lc. 2:13). Cuando Jesús fue arrestado, Él dijo que pudo llamar doce legiones de ángeles (Mt. 26:53). Y en la adoración celestial, Juan vio y oyó el número de “ten thousand times ten thousand, and thousands of thousands” (Ap. 5:11) ángeles, o “millions and millions” (CEV) de ellos. En tanto que en la rebelión de Satanás, aunque él arrastró a muchos ángeles con él, solo fue una tercera parte de estos (Ap. 12:4), por lo que los ángeles de Dios son mucho más numerosos que los ángeles malos.

Características

  1. a) Son creados (Sal. 33:6; 148:2, 5; Col. 1:16 cp. Ez. 28:14-15), es decir que no tienen vida en sí mismos; b) son espíritus, en otras palabras, no tienen un cuerpo físico, sin embargo pueden tomar forma de seres humanos (He. 1:14 cp. Gn. 19:1-3), c) no pueden reproducirse (Mt. 22:30), d) tienen personalidad, en el sentido que tienen emociones, inteligencia y voluntad (Job 38:7; Lc. 2:13-14; 15:10; 1 P. 1:12; cp. 2 Co. 11:3, 14; 2 Ti. 2:26; Jud 1:6); e) son inmortales (Lc. 20:36), f) se desplazan rápidamente (Dn. 9:21), g) son muy poderosos (Sal. 103:20; 2 P. 2:11; Ap. 20:1-2), h) son sabios (2 S. 14:20 esta es una inferencia pero una muy apropiada, cp. Ez. 28:12); i) son santos (Sal. 89:5, 7), j) La Biblia no lo dice explícitamente, sin embargo, partiendo de la caída de Lucifer y sus huestes, entendemos que también pueden pecar ( 28:14-15; Jud. 1:6). ¿Pueden pecar en la actualidad o en el futuro? No lo sabemos, porque no es mencionado en la Biblia. No obstante, pecar es simplemente hacer aquello contrario a lo que Dios ha ordenado. Pero por el otro lado, en el cielo, no habrá más tentador, ni muerte, llanto, ni dolor (Ap. 20:14; 21:4). Por lo que esa posibilidad quizá ha sido o será anulada en el cielo después del acontecimiento sin precedente en la historia de la creación, de la muerte y resurrección de Cristo por Su pueblo. k) Aunque en el cielo no se dan en casamiento y los ángeles son espíritus (Mt. 22:30), en la Biblia, los ángeles siempre son descritos con pronombres masculinos (ej. Gn. 18:2, 16; Mr. 16:5).

Expresiones con las que son descritos en la Biblia

  1. a) Estrellas del alba (Job 38:7), b) hijos de Dios (Job 1:6; 2:1), c) huestes celestiales (Lc. 2:13), d) ejércitos celestiales (Ap. 19:14); e) carros de Dios (Sal. 68:17 cp. 2 R. 2:11; 6:17), f) mensajeros y ministros “Who maketh his angels spirits; his ministers a flaming fire” (Sal. 104:4 cp. He. 1:7), congregación de los santos (Sal. 89:5, 7), g) ángeles escogidos (1 Ti. 5:21 cp. 2 P. 2:4).

Rangos

En la Biblia encontramos que los ángeles están organizados en diferentes rangos, aunque su jerarquía exacta es difícil de descifrar. No obstante, partiendo de textos como Colosenses 1:16, 2:15; Romanos 8:38; y Efesios 1:21, 3:10, 6:12; los que muchos teólogos entienden como referencia a seres celestiales, podemos distinguir los siguientes: “Archangels, angels, seraphim, cherubim, principalities, authorities, powers, thrones, might and dominion” (Graham, Angels: God’s Secret Agents, 49). Sin embargo, para propósitos de este estudio solamente haremos mención de los tres tipos de ángeles más conocidos:

Arcángeles: Del griego: Archangelos (ἀρχάγγέλος). Esta palabra no es mencionada en el Antiguo Testamento, sino solamente en el Nuevo Testamento (ej. 1 Ts. 4:16) (W. E. Vine, Vine’s Expository Dictionary of Old and New Testament Words, New Jersey: Fleming H. Revell Company, 1981, p. 36, s.v. “Archangel”). La cual es solamente aplicada por nombre al arcángel Miguel (Jud. 1:9), quien en el libro de Daniel es llamado “one of the chief princes”, “your prince” and “the great prince” (Dn. 10:13, 21; 12:1). Mientras que en el libro de Apocalipsis, Miguel es representado liderando las huestes angélicas que luchan contra el “Dragon” o Diablo y sus ángeles (Ap. 12:7). Moreover, “The prefix ‘arch’ suggests a chief, principal or great ángel. Thus, Michael is now the angel above all angels, recognized in rank to be the first prince of heaven” (Billy Graham, Angels: God’s Secret Agents, New York: Doubleday & Company, 1975, p. 50). A pesar que Miguel es el único arcángel mencionado en la Biblia, algunos piensan que Gabriel es también un arcángel, pero aunque él “stand in the presence of God”; la Escritura nunca le da ese título (cp. Lc. 1:19; Dn. 8:16), sin embargo, podría ser uno de los 7 ángeles descritos en el libro de Apocalipsis (Ap. 8:2). Por otro lado, tanto en la Biblia como en la imaginación popular, Gabriel es representado como un mensajero de buenas noticias, mientras que Miguel como un ángel guerrero o de juicio.

Cherubim: La palabra “cherubim” es el plural de “cherub”, cuyo significado es incierto. Ellos son descritos como creaturas del más alto orden. Querubines fueron puestos para proteger el camino al árbol de la vida (Gn. 3:24); también a uno y otro extremo del propiciatorio (tapa del arca del pacto) fueron colocados dos querubines, de entre los cuales, Dios hablaba al sumo sacerdote en el Tabernáculo (Ex. 25:18-22); en la visión del profeta Ezequiel, al menos cuatro querubines transportaban the chariot throne de Dios (Ez. 10), y querubines adornaban el velo y las cortinas del Tabernáculo (Ex. 26:1, 31 cp. 1 R. 6:23-28), así como las paredes del Templo de Salomón (2 Cr. 3:7 cp. 1 R. 6:29). De manera que en la Biblia ellos son descritos como seres formidables que sirven en proximidad del trono de Dios. De hecho, antes de pecar, Satanás era un querubín (Ez. 28:14-15). En otras palabras, estaba muy cerca del trono de Dios. Un paralelo puede ser hecho con Judas Iscariote, quien a pesar de estar tan cerca de Jesús el Mesías, le traicionó (Jn. 13:18, 26-27 cp. Sal. 41:9). Sin embargo, Jesús, siendo Dios, eterno, y por medio de quien fueron hechas las potestades tanto en los cielos como en la tierra (Col. 1:16), puede rendir a Satanás, un ser creado, powerless como quien desconecta un ventilador de una pared y en su debido tiempo, ya sea personalmente o por medio de Sus poderosos siervos, los ángeles le “cast into the lake of fire and brimstone… and shall be tormented day and night for ever and ever” (Ap. 20:10 cp. 2 Ts. 2:8).

Serafines: Aunque su significado es también incierto, una posibilidad es que el termino hebreo “sarap” significa: “to burn up”. En ese sentido, los serafines pueden ser “agents of purification by fire” (J.D. Douglas y N. Hillyer eds., New Bible Dictionary, 2nd. Ed., Leicester, England: Inter-Varsity Press, 1982, p.1088, s.v. “Seraphim”). Los serafines solamente son mencionados en la visión de Isaías del Señor en Su trono (Is. 6). En la visión de Isaías, estos seres, presumiblemente tenían forma humana, por la forma en que se dice empleaban sus seis alas: Dos para cubrir su rostro, dos para cubrir sus pies, y dos para volar. Dado que ellos “stood above” el trono, mientras que los querubines acarrean el trono-carruaje de Dios en la visión de Ezequiel (Ez. 10), algunos consideran que ellos son primero en rango aun sobre los querubines. Asimismo, estos seres son asociados con los querubines, en la tarea de proteger el trono de Dios, aunque de acuerdo a la visión de Isaías, uno de sus ministerios, evidentemente, es el de adorar a Dios (Is. 6:3 cp. Ap. 4:8). En tanto que la triple repetición “Holy, Holy, Holy”, expresada potentemente por ellos, no es meramente de énfasis, sino que basada en la más completa revelación que nos fue dada en el Nuevo Testamento, entendemos que es también una referencia a la Santa Trinidad. De modo que estos seres del más alto rango adoran sin cesar al que vive por los siglos de los siglos, y nosotros, siguiendo su ejemplo y recipientes de Su gracia por medio del sacrificio de nuestro Señor Jesucristo, debemos hacer lo mismo.

Como hemos podido observar, los ángeles son seres poderosos, muy superiores en poder a nosotros los seres humanos. Por lo cual, muchos les guardan mucha admiración, e incluso les rinden culto (Col. 2:18). Sin embargo, eso es algo que no se debe hacer, ya que al fin y al cabo, son criaturas igual que nosotros, con funciones y limitantes.

Limitaciones:

  1. Por poderosos que sean, los ángeles no tienen vida en sí mismos, pues son seres creados (Job 38:4-7; Neh. 9:6; Sal. 148:2, 5).
  2. No son omniscientes, omnipresentes, ni omnipotentes, como solo Dios lo es (Sal. 139:4, 7-12; Is. 14:27; 43:13; Mr. 10:27).
  3. Ejecutan las ordenes de Dios, pero no son seres que actúan por su propia cuenta. Ellos no se moverán si Dios así no lo indicare (Lc. 1:19, 26; cp. Daniel 8:16; 9:23). De modo que es improductivo y absurdo hacer peticiones de auxilio a ellos en tiempos de necesidad. Siendo que, toda oración debe ser dirigida al Padre, en el nombre de Su Hijo Jesucristo (Jn. 14:13).
  4. No pueden mediar por los seres humanos, porque ese rol solo le corresponde a Jesucristo (1 Ti. 2:5).
  5. Los ángeles no deben ser adorados ni reciben adoración de hombres (Ap. 22:8-9). Los ángeles de Dios, quienes contemplan en todo momento la Gloria del Todopoderoso, no se atreven a usurpar Su gloria recibiendo adoración de hombres. Son solamente los ángeles caídos los que la motivan y la reciben, a quienes, en su debido tiempo, Dios les dará su justa recompensa (Mt. 8:29; 25:41; 2 Ts. 2:8; Ap. 20:10). Por ende, los seres humanos no deben ser engañados por apariciones angélicas o de otros seres (Saints, Mary, etc.), que digan venir de parte de Dios y que reciban adoración, porque los ángeles de Dios, saben que el único que merece toda adoración es Dios.
  6. En la Biblia solo existe un ángel que sí recibía adoración e incluso hacía las mismas funciones de Dios (Gn. 16:10, 13; Éx. 3:2-6; 23:21 cp. Lv. 11:45; Jos. 5:13-15; Jue. 2:1; 13:16-22). Su nombre es el Ángel del Señor. Por ende, Él es el único ángel que no tenía limitaciones como los otros ángeles, porque según los estudiosos de las Escrituras, el Ángel del Señor era Jesús mismo antes de Su encarnación. Por tanto, Él sí podía ser y hacer todo aquello que los ángeles por naturaleza no pueden ni deben hacer.

El estudio de los ángeles es fascinante, y en un mundo donde las personas parecen estar fascinadas con el mundo de las deidades de lo oculto, el retorno al estudio de los ángeles es muy apropiado. En cierta ocasión, un estudiante me compartió una historia de la aparición de ciertos fantasmas en cierto lugar, ante lo cual yo le dije -no con el ánimo de ignorar dicha realidad- que en lugar de propagar las obras del diablo debíamos exaltar las de Dios. Por tanto, por medio del estudio de los ángeles, debemos exaltar a Aquel quien los hizo y exclamar junto con el Salmista: “Alabadle, vosotros todos sus ángeles; alabadle, vosotros todos sus ejércitos. Alaben el nombre de Jehová; porque él mandó, y fueron creados” (Sal. 148:2, 5).

Estos colaboraron para elaborar el documento:

Dr. Lawrence Windle, Editor